Cabalga con el diablo
Ride with the Devil
Tras diseccionar la sociedad norteamericana de los 70 en La tormenta de hielo, y antes de triunfar en todo el mundo con Tigre y Dragón, el taiwanés Ang Lee (Comer, beber, amar; Sentido y sensibilidad) dirigió Cabalga con el diablo, un denso retrato de la Guerra de Secesión norteamericana, basado en la novela Woe To Live On, de Daniel Woodrell.
Cómo triunfar en Wall Street
The Associated
El film de Daniel Petrie (Dos viejos gruñones, Niño rico) parte de la premisa de que, para triunfar en Wall Street, es requisito indispensable ser hombre. La brillante analista de inversiones Laurel no tiene nada que hacer para escalar los puestos clave del mundo financiero. A no ser que se invente a un misterioso Robert S. Cutty, lo presente como un zorro de los negocios y se declare su socia principal. El truco funciona hasta que llega el momento, inevitable, de presentar a Cutty en sociedad.
Cómicos en apuros
Les Grands Ducs
Sentido y personal homenaje, en forma de comedia, al mundo del teatro. Patrice Leconte lo lleva a cabo, como hiciera también en su día Fernando Fernán-Gómez con El viaje a ninguna parte. Únicamente que el director francés da más peso al chiste fácil que a la melancolía a la hora de narrar las andanzas de tres veteranos actores, que se resisten a bajar el telón de su carrera teatral. Por ello se apuntan a una cochambrosa gira de una compañía en verano, que representa una obra titulada Scoubidou.
El argumento toma derroteros increíbles, pero que propician momentos divertidos. El principal aliciente del film es su sólido reparto. J.M.A.
Coronación
Coronación
Don Andrés es un rico y solitario heredero chileno que cuida a su demente abuela, una mujer de fuerte carácter que de joven fue cantante. La llegada a la mansión familiar de una bella campesina adolescente despertará en él oscuros deseos sexuales, que marcarán su definitivo hundimiento psicológico.
Caos
Chaos
Hélène y Paul forman un patético matrimonio burgués: ya no practican el sexo, casi ni se hablan y van siempre corriendo, cada uno a lo suyo. Tienen un preuniversitario hijo único, vago, indolente y tan ególatra como ellos, que sobrevive con sus cambiantes novias en el piso que le han comprado para que no dé la lata. Esta penosa situación familiar se tambalea cuando Hélène y Paul presencian desde su coche, sin hacer nada por remediarlo, cómo unos matones pegan una paliza brutal a una joven prostituta magrebí. El hecho impresiona tanto a Hélène que, agobiada por los remordimientos, y por algo más, abandona a su marido y a su hijo para poder cuidar de la maltrecha prostituta en el hospital donde se recupera. Pero hasta allí llegan también los crueles matones que la dejaron en coma.