Gunblast Vodka
Gunblast Vodka
Abel Rothstein es un enorme policía enviado a Polonia para investigar la desaparición de varias jóvenes. Contará con la colaboración de un excéntrico policía local con quien, en principio, no se llevará muy bien. La investigación les conducirá hasta la mafia rusa y una productora de películas snuff.
Génesis
Genesis
Los directores franceses de Microcosmos, Claude Nuridsany y Marie Pérennou, vuelven al documental naturalista con Génesis. A través de un narrador de una tribu africana, y con el lenguaje poético de los mitos, el documental recorre el proceso que va desde el origen del universo, al nacimiento de la vida y su evolución, hasta la muerte. Imágenes impactantes, una música brillante, y un ritmo menos acertado son los ingredientes de este singular documental.
Garage Olimpo
Garage Olimpo
Pocas horas antes de ver esta película, a la vez que se lamentaba de la precaria situación del cine de su patria americana, el director hispano-argentino Enrique Gabriel me hablaba con entusiasmo de una joven y emergente camada de directores hispanoamericanos llenos de vitalidad. Garage Olimpo, película ganadora de los Premios a la mejor película y director en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva 1999, refleja estas dos características a la perfección. Se trata de una producción realizada con pocos medios, pero que supera ampliamente sus carencias gracias al entusiasmo y la energía de su director, y a la tremenda fuerza que tiene su mensaje.
Go Fish
Go Fish
Radical apología del lesbianismo. Rodada en blanco y negro, y con un ínfimo presupuesto. Olvidable desde cualquier punto de vista. J.J.M.
Guerreros de antaño
Once Were Warriors
Tras la inicial impresión de un idílico cartel publicitario de Nueva Zelanda, la cámara va presentando a los siete componentes de una familia neozelandesa, pero en la miseria y el ruido de un suburbio maorí de Oackland, la capital de estas islas, que muestra la misma impronta de la subcultura consumista de Estados Unidos; la violencia de bandas juveniles armadas, el alcohol y la droga, el paro, el robo, el peligro real de violación y otras tantas heridas físicas y morales atenazan a estos antiguos aborígenes de Nueva Zelanda, que no acaban de compaginar la civilización occidental con su rica cultura ancestral.