King Kong
King Kong
Tras acometer de modo maestro la difícil adaptación de El Señor de los Anillos, el neozelandés Peter Jackson cumple un viejo sueño de infancia: contar la historia de King Kong que, en su versión de 1933 de Merian C. Cooper, alimentó sus deseos de hacer cine cuando contaba nueve años. El resultado es una notable película, ambiciosa al tratar de ampliar el alcance del original. Para ello, en el guión de Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens, se cuidan con esmero los tramos neoyorquinos que enmarcan la narración, que sirven primero para describir los duros años de la Depresión, y luego para construir el magnífico clímax en el Empire State Building. Entre medias tenemos el viaje en barco que conduce a un equipo de cine a una isla misteriosa, y sus andanzas entre prehistóricas criaturas y terroríficos indígenas.
Kirikú y las bestias salvajes
Kirikou et les bêtes sauvages
Hace cuatro años, con Kirikú y la Bruja, debutó en el largometraje Michel Ocelet, animador francés de origen guineano que ya se había ganado un cierto prestigio como autor de más de 30 cortos. Aquella original fábula infantil narraba el accidentado viaje de un pequeñísimo niño africano, rápido y valiente, hasta la Montaña Prohibida, donde su sabio abuelo debía indicarle el modo de liberarse del maléfico poder de la bruja Karaba, que acosa al poblado de Kirikú con sus crueles fetiches mecánicos. Ahora, en esta segunda entrega de la saga —premiada en el Festival de Gijón 2005 con el Premio Enfants Terribles—, el abuelo de Kirikú relata diversas aventuras del chaval. En ellas, deberá ejercer los oficios más variopintos— jardinero, detective, alfarero, comerciante, viajero, médico...— para salvar a su pequeña tribu. En todas esas ocasiones, Kirikú demostrará su valor, generosidad e inteligencia.
Kiss Kiss, Bang Bang
Kiss Kiss, Bang Bang
Kiss Kiss Bang Bang es un thriller cómico o una comedia muy negra que cuenta cómo Harry Lockhart (Robert Downey Jr.), pequeño y desafortunado bribón de Nueva York, acaba como detective privado en Los Ángeles asociado a un célebre detective gay, pasando —en sentido literal— por un montón de cadáveres y un alocado romance. Sobran los detalles. Baste decir que la voz de Harry Lockhart acompaña al público todo el tiempo a modo de sabio narrador; y que la historia está dividida en cinco capítulos, cada uno con el título de una novela de Raymond Chandler.
Kibris, la ley del equilibrio
Kibris, la ley del equilibrio
Liza, una vampiresa discípula de Drácula, trata de seguir la ley del Kibris (equilibrio), que parte del presupuesto de que para que exista la luz, debe existir la oscuridad. Descubrirá un secreto del pasado de Drácula que pone en peligro la supervivencia de los vampiros. Estrambótico subproducto de terror, protagonizado por una presentadora televisiva y una modelo-actriz de teleseries. Ambas hacen el ridículo como actrices, al igual que el guión, tan poco inspirado como surrealista. J.L.S.