Oro en las calles
Gold in the Streets
Modesta pero interesante producción irlandesa con la que debuta como directora Elizabeth Gill. Describe los dramas cotidianos de un grupo de irlandeses que emigran ilegalmente a Nueva York. Allí, tras comprobar que el sueño prometido —aquel «hay oro en las calles» que anunciaba una canción— está muy lejos de la realidad, intentan sobrevivir, ayudándose unos a otros.
Ojo por ojo
Eye for an Eye
Ante el éxito de las adaptaciones de las novelas de John Grisham (La tapadera, el Informe Pelícano, El cliente) y de Pena de muerte, la magnífica película de Tom Robbins, Hollywood se ha lanzado con fruición a fabricar melodramas judiciales. Ahí están Coacción a un jurado, Las dos caras de la verdad o Condenada. También hay que incluir en esta larga lista Ojo por ojo, intenso thriller de intriga con el que el veterano John Schlesinger, tras una temporada larga de vacas flacas (Los creyentes, El inocente) o medianas (Madame Sousatzka, De repente, un extraño), recupera el buen hacer perdido de sus primeros films, como Cowboy de medianoche o Marathon Man.
Otilia
Otilia
De la mano de una inconformista directora mexicana, Dana Rotberg, y producida por el padre de Arturo Ripstein, Alfredo, nos llega Otilia, galardonada con el premio al mejor guión iberoamericano en el Festival de Sundance. Basada en la novela Otilia Rauda, de Sergio Galindo, es un alegato contra ciertos moldes de comportamiento del México profundo. Moldes machistas y sexistas que encasillan a la mujer en unos estrechos márgenes de realización.
Operación Canadá
Canadian Bacon
El presidente de los Estados Unidos, aconsejado por un asesor, lanza una campaña a la opinión pública en la que presenta a Canadá como un país enemigo. El sheriff de un pueblo fronterizo se toma la cosa demasiado en serio, y organiza la defensa de su pueblo.
Al estilo de ¡Que vienen los rusos! de Norman Jewison, Michael Moore escribe y dirige una película moderadamente divertida en algunos pasajes, pero previsible. Fue uno de los últimos trabajos del actor John Candy antes de morir. J.M.A.
Otros días vendrán
Otros días vendrán
En su primer largo, La vida de nadie, el barcelonés Eduard Cortés mostró buenas maneras como director de actores y un notable sentido de la progresión dramática. No logra esa misma solidez en Otros días vendrán, un melodrama demasiado irregular y extremado.